Este es el resumen de nuestra experiencia en el Mercado del Siglo de Oro de Navalcarnero a finales de agosto y principios de septiembre.

Boda real

Llegamos al Mercado del Siglo de Oro en Navalcarnero. Para quien no lo conozca: municipio al sur de la Comunidad de Madrid que fue testigo del enlace entre el rey Felipe IV con su sobrina la archiduquesa Mariana de Austria en 1649.

Al lado de la mítica Hospedería de las Monjas, bajo la Iglesia, padecimos un asfixiante fin semana con un primer día bañado por las lluvias pasajeras como es habitual por las fechas. Un ambiente vivo y pintoresco en el que nos reencontramos con muchas personas que ya nos conocen de vernos por Madrid o que van de mercado en mercado recorriendo la Comunidad.

Quadrivium rompió todas las expectativas y superó nuestros más optimistas pronósticos.  Cuando hablas de una cerveza de 9%vol., muchos se sorprenden… pero cuando escuchan lo que es realmente y se animan a probarla, la sorpresa adquiere un doble sentido. Para muchos, bastó un pequeño trago de prueba para que el paladar se abriese a un perfil de cerveza que trasciende la costumbre. Una cerveza así no puede consumirse como un refresco. Hay que entender su contexto para poder disfrutarla como ella misma lo querría, y así fue. Desde aquí, mandamos un especial saludo a nuestro compañero del puesto de patatas asadas, quien dio buena cuenta del éxito y el goce de Quadrivium y que se quedó dormido en la siesta para disgusto de su compañera, que nos pidió que cuidásemos del puesto mientras lo buscaba…

El Lazarillo y el Ciego

Como anécdota, el Lazarillo y el Ciego que por allí paseaban dando espectáculo con su laúd recobraron la voz gracias a Quadrivium (como puede intuirse en la imagen de portada). Incluso el Ciego, por unos instantes, pudo ver de nuevo. No sabemos qué hay de cierto en lo que cantaron de nosotros: Se non è vero, è ben trovato.