Vasos
El correcto servicio en una cerveza es esencial para disfrutar su experiencia y, entre otros factores, depende directamente de la elección de un recipiente adecuado para degustarla.
En general, se debe evitar beber la cerveza directamente de su continente, sea botella o lata, en favor de la copa, la jarra o el vaso. La diferencia de estilos, contextos, tradiciones históricas de cerveza está acompañada de una gran variedad de vasos o recipientes que potencian las cualidades organolépticas de cada estilo o recogen historias sobre el origen o la evolución de la cerveza. Estos son los ideales para disfrutar de nuestras variedades:
VASO DE PINTA: La pinta, como tal, es una unidad de volumen equivalente a aproximadamente medio litro y que puede referirse a dos sistemas de medida diferentes: la pinta americana equivale a 473 ml, mientras que la pinta imperial británica equivale a 568 ml. Este es el vaso más popular en los pubs británicos e irlandeses y en los bares estadounidenses para una cerveza de grifo, por lo que es el tradicionalmente usado para las Ale británicas en general: desde las IPA hasta las Stout o Porter.
Por su capacidad, se trata de un vaso óptimo para cervezas de trago largo con una graduación media o baja. Hay numerosos ejemplos diferentes con algunas características comunes: son anchos, sin asa y con un cristal no muy fino que evita el calentamiento del contenido al agarrar el vaso.
Entre los más comunes, destacan los vasos de Irish Dry Stout popularizados por Guinness, los nonic, con una curva en la parte alta del cuerpo para asir de forma más cómoda; o los shaker, habitual para pintas americanas y que también se utilizan en coctelería como vaso de coctelera tipo Boston.
Cualquiera de estos vasos sería el más apropiado para degustar una Primitiva, proporcionando un trago fácil, favoreciendo la percepción de los aromas de los lúpulos, y ayudando a regenerar una capa de espuma con cada trago gracias a su ancha boca. También es el vaso ideal para Numancia, incitando el trago largo, potenciando la apreciación de su cuerpo y, nuevamente, ayudando a la regeneración de una capa de espuma canela y cremosa.
VASO ALTBIER: Toma el nombre del estilo más habitual de cerveza que se degusta en esta vajilla. Se caracteriza por su cuerpo recto y forma de tubo alargado aunque no especialmente estrecho para que al beber podamos meter la nariz y no perder la potencia del aroma. Es una buena elección para cervezas refrescantes y ligeras con buena carbonatación y que se disfrutan a trago largo. Su característico cristal fino saca a relucir delicados sabores y su forma tubular ayuda a regenerar la espuma tras cada trago. Resulta la mejor elección a la hora de servir una Mediterránea, con ese equilibrio de frescor y buen cuerpo que proporcionan sus maltas tostadas. Este vaso invita al trago largo para disfrutar del prolongado retrogusto a la vez que mantiene la carbonatación y potencia la sensación de frescor, para momentos que van desde el aperitivo al afterwork de la tarde o incluso noches cálidas.