La cerveza artesanal
La cerveza artesanal
No hay una definición de “cerveza artesana” en la que quepan todas las cervezas y todas las manos que elaboran con devoción y maestría. Hablar de cerveza artesanal supone viajar a las raíces de la cultura de la cerveza y su historia.
Le legislación tiende a reconocer la labor de las microcervecerías y brewpubs en el mundo de la cerveza. El Real Decreto 678/2016 del 16 de diciembre que aprueba la norma de calidad de la cerveza define la “fabricación artesana” como aquella en la que prima el factor humano bajo la dirección del maestro cervecero o artesano y obtiene un resultado final individualizado. Además, el Real Decreto 1512/2018 del 29 de diciembre del 2018 diferencia el escenario de las microcervecerías en su contabilidad, fijando su producción por debajo de los 5.000 hectolitros anuales.
La Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independientes (AECAI) postula una serie de principios en relación a la “cerveza artesana”:
• Cumple con la normativa vigente de fabricación y venta.
• Su volumen anual no supera los 5.000.000L.
• No utiliza ingredientes distintos a la malta, cebada y/o trigo para abaratar los procesos salvo en aquellos estilos que requieren otro tipo de materias primas (no superando el 10% de la producción total).
• No están participadas por parte de una gran empresa del sector.
• Aquellas que destacan por su sabor, olor, textura y color.
Para la gente que la disfruta, la cerveza artesanal es sobre todo hablar de intensidad, sabor, frescura, diferencia, autenticidad, calidad y respecto al producto. La flexibilidad y la experimentación de los pequeños y también grandes productores, y su conciencia con el medio y la naturaleza del producto constituyen la base de la artesanía de la cerveza.
Culturas como la del vino implican para su público una rica historia de estilos y matices, y una relación insondable con la gastronomía de la tierra. Sin embargo, después de que se despenalizara su fermentación y tras años de trabajo de los agentes que difunden su cultura, la cerveza vive hoy una edad dorada y atraviesa una nueva revolución de manera que sus consumidores cada vez son más conscientes de sus posibilidades y variedades.
Cada vez se encuentra en más partes y el arte de fabricarla y degustarla seduce a los que ven en ella una oportunidad de goce y comunión. En manos de un sector en auge, hablar de cerveza artesanal es, en última instancia, hablar de términos desconocidos, de estilos y formas inacabables, de vasos insólitos y de todos los factores que acompañan a la compleja tarea de apreciarla.