Siguiendo nuestra pequeña gira por Madrid, desembarcamos (casi literalmente por la lluvia) en Móstoles: uno de los centros de nuestra actual distribución local donde diversos establecimientos venden y miman nuestra cerveza.

Ceda el vaso

Aprovechando todas las posibilidades del entorno y rebautizando las señales de la vía pública, por fin llegamos a Móstoles: un ansiado destino y centro de nuestra zona de distribución. Somos nosotros los que nos encargamos de nuestra distribución de forma local y Móstoles es en estos momentos una segunda casa. Por primera vez en un mercado artesano, íbamos con una lista de los sitios de la localidad en los que ya se puede encontrar nuestra cerveza y que despertaba mucho interés. Enseguida la gente reconocía su casa en función de la proximidad de algún emblemático establecimiento. Nos felicitaban por estar en tal o cual sitio, o quedaban en ir a tomarla de nuevo allí.

Contra la lluvia

A pesar de las alertas contra la gota fría y de las lluvias que sacudieron los días de actividad (especialmente el sábado), la gente no se acobardó con el mal tiempo y salió a la calle para alargar la temporada al aire libre. Especialmente concurrido fue el pregón. Desde la plaza del Ayuntamiento, fuimos testigos privilegiados de la presentación de las fiestas (que coincidían con el Mercado, o viceversa) y de la pitada de aquel año que atrajo a los medios de comunicación a la mañana siguiente a ver si volvía a producirse la escena…

Hemos conocido a mucha gente que desinteresadamente nos apoya con el cariño de un familiar, y hemos cerrado prácticamente los últimos todos los días para la felicidad del algún último grupo rezagado que quería probar nuestra cerveza o constatar su sabor una vez más…

Si es posible y aun con mal tiempo, seguro repetiremos el año que viene. Un saludo a todos los que no cabéis en esta entrada, como demuestra la foto del pregón: